miércoles, 22 de abril de 2020

Día Internacional del Libro y los Derechos de Autor - 23 de abril


Uno de los problemas que siempre ha pasado por desapercibido en nuestra región, es el hábito y comprensión lectora, sin embargo, se puede advertir que su atención pasa por el grado de interés que los docentes y autoridades tengamos que asumir hoy. Es por ello que planteo mi preocupación con la siguiente pregunta: ¿Será posible revertir el escaso hábito y bajo nivel de comprensión lectora en los estudiantes de la región Amazonas?

La lectura es un verbo que no acepta el modo imperativo, sostuvo Borges. Leer es pensar y por la tanto, lectura es la misma vida del hombre; sin embargo, eso no se ha entendido así en nuestro país; entonces existen serias dificultades lectoras que vivencian nuestros alumnos a nivel provincial, regional y nacional, dado a la mínima implementación, talvez de bibliotecas públicas y, sobre todo, la inutilización apropiada de los libros que existen en las IIEE. Por otro lado, es común ver que el trabajo lector se concibe como una responsabilidad exclusiva del profesor de Comunicación; de tal modo que no se ha logrado articular en todas las áreas curriculares desde un enfoque transversal para lograr una respuesta colegiada. En consecuencia, es muy evidente el escaso hábito y bajo nivel de comprensión lectora en primaria y más aún en secundaria, sin excluirnos como docentes y padres de familia; de cuyas razones que caracterizan el problema, resalta por lo general, la aversión a los libros y una serie de dificultades para localizar información relevante, hacer inferencias e interpretaciones, construir sentidos y significados y reflexionar de manera crítica sobre lo que se lee. 

Este problema tiene una connotación mundial, tal como lo revelan actuales estudios, a pesar de la influencia que tiene la lectura con el desarrollo cultural y socioeconómico de los pueblos, existe hoy una profunda crisis mundial en hábito y práctica de lectura. Por ejemplo, se afirma que Japón ocupa el primer lugar porque el 91% de su población ha desarrollado el hábito lector, en 2° está Alemania con el 67% y EEUU en 3° con 65%. En cambio, en Latinoamérica, el problema es muy grande, pues según Martínez Barrios, en México únicamente el 2% de la población tiene hábito de lectura. ¿Y en el Perú? -Nos preguntamos. Aunque no existen estudios serios que desenmascaren este problema, sin duda, los datos que proporciona López (2017), Ex Director de la Biblioteca Nacional, son preocupantes: La Biblioteca Nacional recibe aproximadamente 500 mil lectores al año; pero las bibliotecas de Colombia y Chile, ese mismo número lo reciben en un sólo mes. A demás añade que el problema en el Perú no es la falta de bibliotecas. Pues a la fecha, existen 4,567 
bibliotecas a nivel nacional, de las cuales 1,353 son públicas; mientras que Colombia tiene 1,210 bibliotecas públicas, pero más lectores.

Otro dato que también nos alarma, afirma que Cuba lee en promedio 16 libros al año, Brasil 6, Argentina 6, Chile 5 y Perú, menos de un libro. De ahí que Chang (2007), Ex Ministro de Educación, aseguró la relación de este problema con el desempeño de los maestros peruanos, ya que de los 174,491 que asistieron a la evaluación censal el 2007, el 47,5% no comprende bien lo que leen. 

Por su parte, el ex presidente de Costa Rica, Oscar Arias, en la V Cumbre de presidentes, aseveró enfáticamente que la educación es la principal herramienta para el desarrollo de los pueblos. Destaca, por ejemplo, que los países de América del Norte han avanzado más que los Latinoamericanos, por su calidad educativa y el secreto de practicar la lectura. Pues, un estadounidense lee alrededor de 1600 libros en su vida; mientras que, en Latinoamérica, solo 120 libros. Pero también, Vera Alberto (2015) corrobora con este dato, al sostener que la mayoría de hombres más ricos, poderos y exitosos del mundo, como Bill Gates, Mark Zuckerberg y Carlos Slim leen como mínimo un libro por semana.

La misma pregunta nos hicemos con respecto a la región Amazonas. De ello hemos encontrado a nivel regional que solo tenemos resultados de evaluaciones estandarizadas, como la ECE que la UMC viene aplicando desde el 2007; que según resultados del 2016-UMC, en la región Amazonas solo el 40% y 25% de estudiantes de 2° y 4° de primaria, comprender satisfactoriamente; mientras que, en secundaria, es solo el 7.6% y 38% está en nivel previo al inicio. 

De otro lado, encontramos que en la provincia de Utcubamba se hizo un estudio entre los años 2005 al 2007, 2012 y 2016 con alumnos de secundaria y profesores de EBR, tras la ejecución de proyectos Como: Programa de lectura cerebral para incrementar la eficacia lectora, Educaradio Leyendo y Operación Matilda (Espinoza F. 2005), obteniéndose como uno de los resultados, de una muestra de los mejores alumnos de secundaria y primaria, de cinco distritos de Utcubamba, una puntuación promedio de 14 en comprensión lectora; mientras que los profesores intervenidos, se constató que leen a una velocidad 100 a 130 ppm y tienen un nivel de comprensión de 60 a 69%.

Así mismo, según un estudio realizado el 2012 con estudiantes de superior del VII ciclo de Idiomas y Computación del ISPP José Santos Chocano-Bagua Grande, se constató que su comprensión es de 12.5 y que leen un libro y medio al año, como promedio.

De igual forma, otro estudio realizado el 2016 sobre hábito lector con 111 estudiantes de 2° a 5° de secundaria de la IE Aplicación José Santos Chocano, nos reveló que el 83% de encuestados leen entre 2 a menos de un libro al año y el 95.5% abandona la lectura ante un simple pretexto o cansancio visual.

Este problema implica una profunda reflexión y  exige asumir que toda tarea educativa debe estar dirigida a desarrollar las capacidades y habilidades de los estudiantes, concibiendo el aprendizaje como un proceso de interacción y construcción de significados y que la enseñanza en el salón de clases promueva  alumnos propositivos con capacidad de asumir responsabilidades tras la reflexión  y  evaluación  de su propio crecimiento, poniendo en juego el razonamiento, la creatividad, la solución de problemas, las transferencias y el aprendizaje colaborativo y autónomo. Pues, todo eso se logra con la lectura.

Para ello es prioridad el uso de estrategias lectoras como método primordial del proceso educativo. (Zubiría J, 1985), ya que el 80 a 90% de los conocimientos se logra a través de la lectura (Facundo A, 1999); así como el 83% de los aprendizajes que el alumno obtiene en el aula de clases, se logra a través de la vista (Kornikua R, 2001). A su turno Rhó E, afirma que la lectura ayuda al mantenimiento de la salud mental: Cuando leemos se genera una gran cantidad de relaciones neuronales, agilizando el raciocinio, estimulando la imaginación y fortaleciendo la memoria,… pero antes del ejercicio, la mente necesita también una dieta balanceada, que en su caso se traduce como: información razonada. Es por ello que, si no lo alimentamos adecuadamente, el cerebro se desnutre ocasionando debilitamiento inmerecido y en consecuencia, embrutecimiento crónico.

De ahí que, es imperiosa la necesidad de promover la cultura lectora desde las IIEE, la familia y comunidad; es decir, lograr que todos vuelvan a leer. Según Morgado, el homenaje de la lectura es una de las 10 claves de la neurociencia para mejorar el aprendizaje. Para ello planteamos que desde la DRE y UGEL se implemente una movilización de implicación regional por la lectura, y que de cuyo proceso nazca una propuesta de un Plan Lector Regional: Leer Para Cre@r, con la finalidad de lograr que todo Amazonas vuelva a leer y así fomentar el gusto y hábito por la lectura a fin de garantizar el incremento de los niveles de comprensión lectora en los estudiantes de los tres niveles de EBR en todo el ámbito regional, y así se constituyan en lectores autónomos que incluyen en su vida diaria la lectura como herramienta para satisfacer sus necesidades de superación, recreación, creatividad, cultura e información.

Pues, la lectura forma parte crucial y obligatoria del desarrollo humano. Es una herramienta del hombre moderno que asegura su crecimiento y desarrollo (Rho, E. s/f). Su valor es preponderante en el quehacer educativo, ya que constituye un proceso cognitivo en la que se cimenta la formación multidimensional del hombre. De ahí la urgencia hoy de aprender a leer constantemente ya que esta actividad nos enseña a comprender y comprender es apropiarse del sentido de las cosas (Morgado, I). La lectura posee poderes ocultos que puede enriquecer todas las áreas de nuestra vida; es decir, leer nos hace ricos: nos convierte en mejores personas. La lectura no solo cambió la vida de interesantes personalidades, como A. Lincoln, Frederick Douglass, etc; sino que cambió el curso de la historia. En la era la información, las personas que no puedan o no lean, serán pobres (Hedges B. 2013). Pues, A. Lincoln es un ejemplo que, desde temprana edad, comprendió que la lectura es una herramienta para progresar en el mundo. Leer nos puede ayudar a abrirnos caminos a través de nuestra cárcel mental. Leer tiene el poder de transformarnos, al conectarnos con los otros y con nosotros mismos. Leer es una herramienta que nos ayuda a crecer hasta nuestro máximo potencial (Keller Helen).

De otro lado, hoy vivimos en la era de la información y para mantenerse útil en la sociedad actual, es necesario asimilar una cantidad enorme de lectura que llega a través de libros, diarios, revistas, correos electrónicos, redes sociales e internet. Ya no basta con haber logrado un cierto nivel de estudios; si no es necesario actualizarse constantemente.

En este contexto, necesitamos cambiar la vida televisiva. La TV a diferencia de la lectura, no propicia el crecimiento personal. La TV, con sus habituales programas, solo promueve valores falsos (Oprah Winfrey). De igual forma, es urgente saber aprovechar los dispositivos móviles para acceder a la lectura. Pues el desafío no está en usar el dispositivo tecnológico, sino en aprender a pensar distinto con ello (Cobo). Por tanto, tenemos la responsabilidad, tanto, escuela, familia y comunidad, de abrirnos al conocimiento y uso pedagógico mediante estrategias de lectura 2.0, es decir, aprovechar la web por medio del Facebook, el blog, el Twitter, el WhatsAPP, el fenómeno Booktubers. o en su defecto, apropiarse de la estrategia de lectura de alto rendimiento, tal como lo propone Baltra Nora, leer 52 libros al año, a razón de uno por semana.  

“Si alimentamos a los niños de lectura, los miedos morirán de hambre, la mente se hará poderosa”
“Dime que das de leer a tu familia y te diré quién sois”


Dr. Jorge E. Espinoza Fernández

Especialista de Educación-DREA

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