Sugerido para estudiantes del VI y VII ciclo de la EBR
1.
Antes de la lectura
ü ¿Crees que existe el Diablo? ¿Por qué?
ü En el mundo existen muchos males: guerras,
enfermedades, hambre, etc. ¿Por qué crees que ocurren cosas malas?
ü También las personas tenemos malos
sentimientos: envidia, rencor, odio. ¿Por qué, algunas veces, actuamos mal las
personas?
ü Según el titulo del siguiente cuento, es el Diablo
quién repartió los males por el mundo. Si aceptamos que ocurrió así, ¿cómo
crees que lo hizo?
2.
Lee con atención el
siguiente texto
ü Lee en forma silenciosa el texto completo.
ü Relee el texto tratando de captar el sentido.
Es necesario que infieras por el contexto el significado de las palabras que no
conoces.
Cómo el diablo repartió los males por el mundo
Ciro Alegría
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjor2JyPoG_eoinESXWy-WJwCVa1mXqhq1uW3DsozIXFaHKNK0_AYY1g4Eryc86KBl2WPL3AA3JrjyB92nDJq-5f6gyjtJ8hkIc6cN5jbKhwq6VK4C_tBgJhrJPQSdTUdjj_lzPCGM9VANx/s1600/JAMI1.jpg)
Esto ocurrió en un tiempo en que el
Diablo salió a vender males por la tierra. El hombre ya había pecado y estaba
condenado, pero no había variedad de males. Entonces, el Diablo, con su costal
al hombro, iba por todos los caminos de la tierra vendiendo los males que, en
polvo, llevaba empaquetados.
Había polvos de todos los colores, y
cada polvo correspondía a un mal diferente. Ahí estaban: la miseria, la
enfermedad, la avaricia, el odio, la opulencia y la ambición que es un mal
cuando no es la debida, y he aquí que no había mal que faltara… y entre estos
paquetes había uno chiquito y con polvito blanco, que era el desaliento.
La gente se acercaba al Diablo, para
comprarle enfermedad, miseria, avaricia, y los que pensaban más, compraban
opulencia y también ambición… Y todo era para hacerse mal entre los mismos
cristianos.
El Diablo les vendía cobrándoles buen
precio, pero a aquel paquetito con polvito blanco lo miraban, mas nadie le
hacía caso…
“¿Qué es eso?”, preguntaban por pura
curiosidad. Y el Diablo respondía: “El desaliento”. Y ellos decían: “Eso no es
gran mal”, y no lo compraban.
El Diablo se enojaba, pues, la gente
le parecía demasiado cerrada de ideas. Y cuando de casualidad o por mero
capricho alguno lo quería comprar, preguntaba: “¿Cuánto?”, el diablo respondía:
“Tanto”. Era pues un precio muy caro, más precio que el de toditos los
paquetes, y he aquí que la gente se reía diciendo que por ese paquetito que no
contenía tan gran mal, no estaba bien cobrar tanto. Insultaban también al
Diablo, diciéndole que era muy diablo por quererlos engañar así…
Y el Diablo tenía cólera y también se
reía viendo cómo no pensaba la gente…
El Diablo vendió todos los males, pero
nadie le quiso comprar aquel paquetito que contenía el polvo del desaliento y
que no era gran mal; a pesar que el Diablo insistía: “Con éste, todos; sin
éste, ni uno”.
Sólo quedó el paquetito del
desaliento, por el cual no daban ni un cobre. Entonces, el Diablo, con más
cólera todavía y riéndose con la misma risa de un diablo, dijo: “Esta es la
mía”, y echó al viento aquel polvo para que se fuera por todo el mundo.
Desde entonces, todos los males fueron
peores, por ese mal que voló por los aires y enfermó a todos los hombres. Sólo,
pues, hay que reparar, nada más, para darse cuenta…
Si es afortunado y poderoso, pero cae
desalentado por la vida, nada le vale y el vicio lo empuña.
Si es humilde y pobre, entonces el
desaliento lo pierde más rápido todavía…
Así fue cómo el Diablo hizo mal a toda
la Tierra ;
pues, sin el desaliento ningún mal podría pescar a un hombre.
Es así como está en el mundo, donde
algunos más, donde otros menos; siempre nos llega y nadie puede ser bueno de
verdad, pues no puede resistir, como es debido, la lucha fuerte del alma y el
cuerpo que es la vida.
Niños del mundo: ¡Jamás permitan que
el desaliento empuñe sus corazones!
El autor
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbeVd0CBMeq_5wBGEls3HhjC1Pd7_VUwuvQ3bZNFWZyVDwN2-O7p-NtLI3oLi0jwp4yF-Wu87WAnY67TjlR5St54pV3wXzN6Dg0AZnPV_HtzeemDq7LwUqpBeYi0mTEjn6Hgovto_em1FL/s200/JAMI2.jpg)
3.
Para dialogar a partir
del texto leído
ü ¿Qué males compraba más la gente? ¡Con qué propósito
compraba esos males?
ü ¿Qué mal no pudo vender el Diablo? ¿Por qué nadie le
compró ese mal?
ü Según el cuento, ¿por qué el desaliento es el peor
mal de todos?
ü ¿Cómo podríamos evitar que el desaliento empuñe
nuestros corazones?
ü ¿Crees tú que realmente el Diablo es el responsable
de los males que nos ocurren? Justifica
tu respuesta.
Jamilton Loja Maldonado
Especialista
en Educación Secundaria
Comunicación
Dirección de Gestión Pedagógica
Elver Puerta Salazar
Director
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