En la mente de todo ser humano, y por
obvias razones, se encuentra grabada la importancia y utilidad de la matemática.
Esta verdad no admite discusión. Sin embargo, la situación cambia cuando nos referimos a la utilidad que tiene la matemática que se enseña en la escuela.
¿Qué tanto está respondiendo la
escuela a las nuevas exigencias de esta era matematizada? ¿En qué medida está
desarrollando el pensamiento lógico matemático para elevar el acto de razonar?
¿Lo que el estudiante aprende le permitirá enfrentar, con éxito, los problemas
que se le presentan en su vida, como por ejemplo la pandemia del COVID 19 o el
hambre? Estos cuestionamientos y otros
nos obligan a reflexionar acerca de cómo estamos enseñando la matemática.
Al parecer, la actual práctica
pedagógica sigue priorizando la memorización de contenidos matemáticos y la
resolución de ejercicios algorítmicos. Si esto es así, cabe preguntarnos: ¿no
resulta inoficioso? A mi parecer, sí. No
se niega que los conocimientos son un insumo indispensable para el desarrollo
del pensamiento lógico matemático; pero son el medio, no el objetivo.
En este tiempo en que señorea la
incertidumbre, la exigencia a los profesores de matemática es otra. Fundamentalmente
se nos exige propiciar en nuestros estudiantes el desarrollo de la creatividad,
el pensamiento crítico, el saber comunicarse y potenciar la competencia de
resolución de problemas de diversa índole en beneficio personal y colectivo.
Para ello debemos utilizar principalmente los conocimientos matemáticos, el
razonamiento lógico y el trabajo en equipo; esto, junto a otras capacidades,
gestará un ser humano libre con inclinación a una vida digna.
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Específicamente hacer matemática en
las aulas es involucrar a los estudiantes en un proceso de producción
matemática donde su actividad tenga el mismo sentido que tiene para los
matemáticos que reinventan modelos, operaciones, estrategias, etc. En ese
proceso se debe tener en cuenta el principio de que la matemática es una
actividad humana accesible para todos y que se aprende mejor haciéndola[1].
La matemática no debe estar limitada
al dominio de unos pocos de la clase adjetivados como los “inteligentes”. Negamos
así su carácter esencial, que es el de ser un lenguaje, un código para
comunicase con el mundo.[2]
Debemos considerar que la matemática es una actividad humana que debe ser accesible
para todos. Por eso, estamos de acuerdo con Adres Oppenheimer cuando afirma que
“la matemática que se aprende en la escuela debe ser útil tanto a la señora que
vende limones en el mercado como a los que logran avances tecnológicos y
científicos”.
Nuestro trabajo pedagógico debe ser
consciente de que todos podemos aprender la matemática. Para ello los docentes
de matemática debemos enseñar a los estudiantes a disfrutar la matemática,
inventando, recreando situaciones problemáticas, intentando solucionar
problemas reales e imaginarios, errando y tomando viada para encontrar nuevas y
buenas soluciones.
Muchos docentes se angustian porque
no logran que sus alumnos acumulen la mayor cantidad de conocimientos
matemáticos que existen. Frente a esto recordemos que los conocimientos son
accesibles mediante diversos medios (principalmente la Internet) y que además se
van renovando con una vertiginosa velocidad. Resulta, pues, vano querer que
nuestros estudiantes acumulen solo conocimientos que le serán de poca utilidad
y lo peor es que en poco tiempo serán olvidados.
En este contexto como docentes
debemos tener como meta el proporcionar a nuestros estudiantes de educación
básica, lo mínimo, lo básico y lo suficiente
para que sean competentes para desenvolverse como seres humanos en el presente
y en el futuro.
En conclusión debo manifestar: a) el
objetivo de la enseñanza-aprendizaje de la matemática es que sea una
herramienta útil para la vida, b) los buenos recursos que utilizamos para enseñar
la matemática permitirán que se
convierta en atractiva para los estudiantes, c) a veces a la matemática la
hacemos difícil en la escuela.
Chachapoyas, en tiempos del
reinado del COVID 19
Máximo Humberto Damacén Huamán
Especialista en Educación Secundaria
Matmática – DRE Amazonas
Este documento lo puedes descargar en el siguiente link:👉¿EN VERDAD, SERÁ QUE LA MATEMÁTICA ES DIFICIL?
Dirección de
Gestión Pedagógica
Elver Puerta Salazar
Director
[1] Principio de actividad
planteada por la corriente de Educación Matemática Realista, fundado por Hans
Freudenthal
[2] Narváez, A y Pasco, C., Matemática en el
aula…¿para qué?, Tarea, Lima 1999.
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